En las antenas de la Serra Perenxisa, punto culminante de la urbanización Cumbres de Calicanto, a 330 metros de altitud.
Buenos saludos bikers para todos. En nuestra última jornada ciclista, tuvimos ocasión de hermanarnos con los compañeros de clase del Politécnico, para disfrutar de una visita a lugares valencianos como las sendas de El Vedat y la Serra Perenxisa (Cumbres de Calicanto). Grandes todos los asistentes, Jesús, Jorge, Palmer y servidor de Dándolo Todo.
El punto de encuentro estaba establecido en la estación de metro en la localidad de Picanya. Media expedición partía desde Valencia y la otra mitad, desde la cercana localidad de Paiporta. Desde Picanya ruta por el Camí de la Pedrera dirección sur buscando el colegio Sant Miquel de El Vedat. Cruzamos el canal del trasvase Xúquer-Túria para entrar en la zona de sendas de El Vedat. Rodeamos la urbanización en sentido horario dirección suroeste. Pasando por las urbanizaciones Santa Apolonia y Colonia Blanca. Salimos de El Vedat por su extremo noroeste tocando nuevamente el canal trasvase Xúquer-Túria. Tomamos la dirección oeste buscando las urbanizaciones de Bonavista y Santo Domingo. Subida por asfalto a la cumbre de la Serra Perenxisa atravesando la urbanización Cumbres de Calicanto. Descenso a la urbanización Santo Domingo por pista de tierra. Regreso a Torrent-Picanya pasando cerca de la urbanización Mas del Jutge.
A las 9 debíamos estar todos puntuales en la estación metro Picanya. Pero hubo contratiempos variados, Palmer tuvo asuntos administrativos a primera hora que le retrasaron, y Jesús y Jorge no pudieron venir en metro desde Valencia, pues sólo se pueden subir las bicicletas al vagón en fin de semana y entre estaciones al aire libre. Bueno es saberlo para el futuro.
Nos salió un día gris y afortunadamente no demasiado frío. En poco tiempo estábamos en el colegio Sant Miquel y Palmer pudo rememorar su pasado glorioso educándose entre sotanas. Rápidamente pasamos a las sendas del Vedat y la ruta adquirió momentos interesantes, pudimos disfrutar de algunas buenas rampas y escalones en descenso, instantes cortos pero intensos. Para la presente ocasión tomé un track del Vedat y lo simplifiqué, para no ralentizar y enmarañar excesivamente la marcha, pues el Vedat tiene un enjambre de senderos considerable, en el que te puedes regalar un buen rato.
Entre que salimos tarde y nos entretuvimos demasiado en los senderos, se nos hicieron las 11 de la mañana y aún estábamos en el Vedat y con el estómago vacío, y las protestas de Jesús iban in crescendo. Acordamos buscar avituallamiento en las urbanizaciones de Calicanto, una vez completada la ascensión. No fue posible cumplir el plan previsto, pues justo en el momento de empezar la ascensión, desde la urbanización Santo Domingo, encontramos un bar con terraza en respuesta a nuestras plegarias. Tot bo. Buenos bocatas, birra y carajillo por 5€. Eso sí, el carajillo sin quemar, si vais por allí, especificad que lo quemen.
Con la panza bien repleta, enfilamos carretera y para arriba hasta las antenas. Durante la subida, el bueno de Palmer nos obsequió con un concierto de gemidos, producidos por el esfuerzo, que eran fácilmente confundibles con otras actividades humanas que no tienen cabido en este blog. Vamos, que mugía como si estuviera copulando.
De manera, que entre gruñidos y mugidos y algunos “falta mucho”, llegamos a las antenas y disfrutamos de buenas vistas, algo empañadas por lo grisáceo del día. Nos hicimos las fotos de rigor y para abajo por la rápida pista que vuelve a la urbanización Santo Domingo. Llegados abajo, el gran Palmer se maravillaba de seguir con vida y de lo que se movía su nueva btt durante el descenso. Los inicios en este mundo siempre tienen sus anécdotas. Lo dio todo en la bajada, tanto vibró que hasta perdió el bidón. Jesús y Jorge, con más etapas en sus piernas, descendieron como demonios, disfrutando de la velocidad y del traqueteo. Ya en la urbanización, hicimos una parada técnica y entablamos una amena conversación con una lugareña, que nos instruyó sobre las bondades de echar magnesio a nuestros bidones de líquido. Tot bo.
Luego ya nos dejamos caer mansamente por carretera hasta Torrent, municipio que cruzamos para llegar al punto inicial de la ruta. Nuestros amigos Jesús y Jorge enfilaron hacia Valencia y Palmer y servidor regresamos a Paiporta. Buena salida, muy suave, pero agradable por la compañía.
Amigos de la ETSGE, recomendaciones para futuras salidas más exigentes, entrenar algo, aunque sea un día a la semana, para que podamos acceder a rutas de más desnivel acumulado. Recomendaciones exclusivas para Palmer. Hay que llevar ropa de invierno, casco, recambio para los pinchazos, teléfono (por si uno se pierde) y tampoco viene mal coger la cartera…para imprevistos. Bueno felones todos, nos vemos en la próxima salida, dadlo todo antes de que sea demasiado tarde.
Palmer, en pleno Vedat. Disfrutando del ritmo y de la compañía.
Vídeos bajando de las antenas de Calicanto hacia la urbanización Santo Domingo.
Parada técnica después del descenso de Calicanto.
Nos salió un día gris y afortunadamente no demasiado frío. En poco tiempo estábamos en el colegio Sant Miquel y Palmer pudo rememorar su pasado glorioso educándose entre sotanas. Rápidamente pasamos a las sendas del Vedat y la ruta adquirió momentos interesantes, pudimos disfrutar de algunas buenas rampas y escalones en descenso, instantes cortos pero intensos. Para la presente ocasión tomé un track del Vedat y lo simplifiqué, para no ralentizar y enmarañar excesivamente la marcha, pues el Vedat tiene un enjambre de senderos considerable, en el que te puedes regalar un buen rato.
Entre que salimos tarde y nos entretuvimos demasiado en los senderos, se nos hicieron las 11 de la mañana y aún estábamos en el Vedat y con el estómago vacío, y las protestas de Jesús iban in crescendo. Acordamos buscar avituallamiento en las urbanizaciones de Calicanto, una vez completada la ascensión. No fue posible cumplir el plan previsto, pues justo en el momento de empezar la ascensión, desde la urbanización Santo Domingo, encontramos un bar con terraza en respuesta a nuestras plegarias. Tot bo. Buenos bocatas, birra y carajillo por 5€. Eso sí, el carajillo sin quemar, si vais por allí, especificad que lo quemen.
Con la panza bien repleta, enfilamos carretera y para arriba hasta las antenas. Durante la subida, el bueno de Palmer nos obsequió con un concierto de gemidos, producidos por el esfuerzo, que eran fácilmente confundibles con otras actividades humanas que no tienen cabido en este blog. Vamos, que mugía como si estuviera copulando.
De manera, que entre gruñidos y mugidos y algunos “falta mucho”, llegamos a las antenas y disfrutamos de buenas vistas, algo empañadas por lo grisáceo del día. Nos hicimos las fotos de rigor y para abajo por la rápida pista que vuelve a la urbanización Santo Domingo. Llegados abajo, el gran Palmer se maravillaba de seguir con vida y de lo que se movía su nueva btt durante el descenso. Los inicios en este mundo siempre tienen sus anécdotas. Lo dio todo en la bajada, tanto vibró que hasta perdió el bidón. Jesús y Jorge, con más etapas en sus piernas, descendieron como demonios, disfrutando de la velocidad y del traqueteo. Ya en la urbanización, hicimos una parada técnica y entablamos una amena conversación con una lugareña, que nos instruyó sobre las bondades de echar magnesio a nuestros bidones de líquido. Tot bo.
Luego ya nos dejamos caer mansamente por carretera hasta Torrent, municipio que cruzamos para llegar al punto inicial de la ruta. Nuestros amigos Jesús y Jorge enfilaron hacia Valencia y Palmer y servidor regresamos a Paiporta. Buena salida, muy suave, pero agradable por la compañía.
Amigos de la ETSGE, recomendaciones para futuras salidas más exigentes, entrenar algo, aunque sea un día a la semana, para que podamos acceder a rutas de más desnivel acumulado. Recomendaciones exclusivas para Palmer. Hay que llevar ropa de invierno, casco, recambio para los pinchazos, teléfono (por si uno se pierde) y tampoco viene mal coger la cartera…para imprevistos. Bueno felones todos, nos vemos en la próxima salida, dadlo todo antes de que sea demasiado tarde.
Palmer, en pleno Vedat. Disfrutando del ritmo y de la compañía.
Vídeos bajando de las antenas de Calicanto hacia la urbanización Santo Domingo.
Parada técnica después del descenso de Calicanto.
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