17/06/2015

EL INFIERNO DEL ESTE | Crónica de la Ultrabike Gegant de Pedra 2015

A las 4:45 de la madrugada la furgoneta de Óscar estaba aparcada en doble fila delante de casa. Estaba llena de testosterona, mandanga, nervios, trastos… y gente. Allí estábamos los tres bikers que desafiábamos al Gran Pedrusco, al Gegant de Pedra, al Gigante de Piedra, que cada uno que le llame como quiera pues iba a ser nuestra némesis. Rafa, Rubén y yo (también Rubén) estábamos listos para nuestro gran reto del año, nuestros botellines a tope de sales, aminoácidos, en los zurrones barritas, algún sandwich troceado, cámaras de recambio, herramientas, chaleco… y chubasquero… (este tema lo guardo para uno poco más adelante) y ánimo, sobre todo mucho ánimo y ganas imprescindibles para afrontar un reto semejante.

El camino hasta Alcora es un borrón en mi memoria, conversaciones sobre qué nos depararía el día, crema solar y las típicas bromas nerviosas antes de la carrera.

Febrero de 2015, recién acabada mi propia maratón horaria del curro para Cevisama, he decidido apuntarme a la Gegant de Pedra no sin antes dudar de mi salud mental. La curiosidad por la carrera y las ansias de mi amigo (y monitor del Gym) Rubén por tener la piedra del trofeo encima de la tele de su casa me acaban de convencer, soy así de fácil. Unos días después Ana, mi pareja, decide apuntarse al sorteo de la MIM… claro ¿la voy a dejar sola?, pero no, ni de coña nos va a tocar, tendría gracia tener que afrontar en un mes semejante paliza. Unos días más tarde soy el (in) feliz poseedor de una inscripción en la Penyagolosa Trails MIM (63 km.) y otra en la Gegant de Pedra (202 km.), definitivamente el techo de nuestra comarca va a marcar -y de qué manera- mi futuro más cercano, hay que hacer algo, I'm in panic!!!…

No puedo afrontarlo solo y acumulando lo que leo por internet y me aconsejan por ahí, hay que hacerlo bien así que aprovecho que mi amigo Fran (también compañero de mesa en el curro) ha recurrido a los servicios de un entrenador para enfrentarse a su reto personal, la Transvulcania, 73 km. con 9.000 metros de desnivel en la isla de La Palma, casi nada. Cristóbal se convierte, sin comerlo ni beberlo, en el míster de dos de los seres más cabezones (literal y físicamente hablando) del diseño gráfico castellonense.


“INCOMPATIBLE” 

Es la palabra que Cristóbal me apunta en un papel en nuestra primera reunión, aunque comprende que no puedo dejar que Ana haga la Maratón y Media sola su primera vez. Trazaremos varios planes para al menos acompañarla, no todo está perdido y,-“ah, por cierto, te recomendaría empezar a hacer una dieta deportiva, mejorarás tus resultados”-… no se hable más, iremos con todo, total, ya estoy en unos 79 kilitos bajando la barrera de los 80 después de navidad, se puede llevar…

Cuando la Vito del amor de Óscar llegó a su destino aún era de noche, seguíamos con las bromas y me echaba unas risas contando que unos días antes en la revisión médica del trabajo me dijeron que pesaba 69,5 kg. Pero bueno, ya estábamos allí, la suerte echada y todo listo. Comprobamos la presión de los neumáticos, nos aseguramos que llevábamos el material y nos dirigimos a la salida, más de 400 bicis de todos los niveles pero sobre todo CARBONO, y más CARBONO. Veo con sorpresa que soy el único que lleva el chaleco reflectante… bueno, puede que alguien más… no hablemos del chubasquero, me siento un poco idiota pero ¿quién soy yo para transgredir normas de algo que todavía ni he empezado?. Menos mal que me libraré de tan molestas prendas en el km. 16. (spoiler)

PARTE I: Alcora - Castillo de Villamalefa | Km. 33

“no me jodas en el suelo, como si fuera una perra, que con esos cojonazos, me llenas tol culo tierra”

La gente empezó a zumbar como locos a las primeras de cambio, todos querían evitarse el tapón de la primera parte en la senda que conduce hasta Araia, con un tramo muy ciclable y divertido que deriva en una segunda parte de porteo de bici que se hace eterna, pero es lo que hay. Una vez superada Araia viene el Salto del Caballo.

¿Qué más se puede pedir que 7 km. con rampas con una media del 8%? ¿alguna de más del 14? ¡¡Hecho!!. No me encontraba todo bien que me hubiese gustado estar y, presionado por los tiempos de paso, muy justos, mis piernas no iban como siempre y creía que podían ser los nervios. Comerme una barrita solucionó un poco el tema. Siempre las he odiado, saben a rayos, pero sabía que me harían mucha falta. Llegamos al cruce (y primer control horario) y allí estaban todos los Deyokers, mi grupeta de Castellón que me adoptaron en ausencia de las vacas sagradas de DT (ahora de regreso). Jaime se quedó mi chubasquero y chaleco preguntándome donde cojones iba vestido así… -"¿y yo qué se? pregúntale a la organización"-. Me dan ánimos, me llaman moniato y seguimos porteando la bici por la senda al final de la cual me encontré al inefable Andrés Núñez, autor de dos de las fotos que ilustran esta entrada, con sus focos y equipo. “Espavilllll” decía… joder, tocaba apretar.

Después de la senda empezó un largo ascenso por pista, todavía no me encontraba bien pero cuando empecé a recuperar ya estamos llegando al Castillo por una frenética bajada de hormigón. Nos encontramos con conocidos, nos engrasaron la bici y no pude resistirme a medio sandwhich de nutella mientras me rellenaban los botellines. Ahí apareció mi mejor versión del recorrido, la de esos entrenamientos tediosos en solitario, aunque solo estábamos a unos 10 minutos del cierre del punto de control.

Espavil!! 

PARTE II: Castillo de Villamaefa - Xodos | Km. 63

“Conan, ¿qué es lo mejor de la vida?… El amplio Maestrazgo, calambres en tu gemelo y una eterna pista pedregosa”…

Desde la salida del Castillo recobré el brío en subidas, pero cuando mejor me encontraba venía otro tramo de senda imposible para gente de mi nivel. Rubén y yo decidíamos en esos momentos que era mejor andarla al mejor ritmo posible y volver a subirnos al llegar a la pista.

Apretamos el ritmo ya que íbamos justos, muy justos y teníamos que elevarnos hasta los 1.400 metros durante los siguientes 23 km. de pista que se nos hacían interminables. Por suerte nos turnábamos en las quejas, ahora era yo el que daba ánimos. Las barritas me sabían a mierda, algo no iba bien pero no sabía que era, las piernas funcionaban y era lo que contaba mientras que Xodos nunca aparecía y el ascenso culminaba imparable hasta la cota marcada… y más aún. Para cuando empezamos a bajar ya estábamos hasta los mismísimos y aparece Xodos. Habíamos recuperado un poco, pero no lo suficiente, y las últimas rampas de entrada al pueblo son justicieras. Allí mismo estaban los TDM (con los Deyoka somos una familia) Santi y Fran animando, y también los primeros vilavellenses dando alaridos… ¡¡ambientazo!!.

Los Deyokers parecían el equipo de F1 de Fernando Alonso, también estaban Ana e Isabel, mi cuñada con la nevera llena de agua y comida. Todavía no sabían los castelloneros que Rubén y yo íbamos juntos y no le prestaron la misma atención, se puso celoso cual meretriz de Babilonia.
Lo malo, que el sandwich no me entraba y no era por falta de hambre, tragar tanto polvo hacía que me doliera la garganta al meterme comida…, mal rollo.

5 minutos y al lío, nos esperaba el Marinet…


Ana está próxima a la entrada en pánico que precede a una pájara, no puede más. Hemos corrido como locos hasta aproximadamente el kilómetro 35, comido bien en Useres, apretado en las bajadas y parado lo justo en ese after venido a avituallamiento que es Sant Miquel de Torrocelles, pero ahora, pasado Xodos empieza el infernal Marinet por la vertiente de los peregrinos, no menos infernal que la Lloma Bernat, pero las fuerzas son justas.

Le doy abrazos, ánimos y aceite de coco mezclado con agua y aminoácidos, no es nada agresivo al estómago y le da un poco de impulso. Lo ha pasado mal, entre sus movidas del curro y los exámenes el cuerpo le ha jugado una mala pasada y ha llegado justa de peso y fuerzas, pero lucha, solo quedan 10 km. y ahora cualquier duda puede acabar con tu larga preparación -“no te pares”-, le repito… y seguimos viendo a gente cayendo como moscas por el calor, incluso a algunos que llevan unas cuantas ultras a sus espaldas. Tremendo.


Parte III: Xodos - Vistabella | Km. 72

“Un tipo se tira de un rascacielos, mientras va cayendo no para de repetir …hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien… lo importante no es la caída, sinó el aterrizaje” (La Haine, Mathieu Kassovitz , 1995)

Da igual su vertiente, el Marinet son 7 km. de subida con algunos picos de 15%. Rubén decidió hacer algunos tramos a pie para descargar piernas, pero a mi esa técnica no me va muy bien y un par de horas después la abandonaría… pista, pista, pista, pista, los kilómetros se iban acumulando, bajamos hasta llegar al asfalto y mi compi conocía al del control… cojones, entre los dos conocemos a un 70% de los que participaban o ayudaban en esta carrera, ¡¡así no se puede!!. La pista nos llevó a una senda de subida que se fue complicando hasta un pedregal. Ya estábamos arrastrando la bici otra vez. Vuelve el asfalto, llegamos a Vistabella donde conocía (sic) al del avituallemiente que se llama… tachán… ¡¡Rubén!!… tres Rubén en un mismo punto y no se ha plegó el espacio-tiempo… por cierto, de eso íbamos justos así que nos fuimos a por La Batalla, el duro ascenso hasta Puertomingalvo.

Parte IV: Vistabella - Puertomingalvo | Km. 98 | 

"Hijo, ¿ves todas esas tierras en el horizonte y el pueblo al fondo?"…"Sí, padre, las veo"…"Pues ya puedes recorrerlas a toda leche y comprarme un paquete de Celtas"

Cuando Rubén decidió poner pie al suelo para subir cambiando de esfuerzo ya casi ni le escuché, mi motor diesel comenzó a funcionar y el ascenso se tornó más rápido por la pista pedregosa.

Adelantaba a gente y a mi compañero no lo veía cuando giraba el cuello… esperaba que no hubiera petado, joder, pero si paraba corro el riesgo de petar yo ya que el cuerpo me pedia más ritmo. La subida fue eterna, otra más, nos pasamos hasta lo que debe ser el km. 90 subiendo y mi GPS pasó por esos lares a mejor vidanme desharía de él en el Puerto. La señalización era muy buena, coronamos y empezó el descenso más frenético de mi vida ¿quién dijo que no arriesgaba en bajadas?, en los albores del km. 100 empezaba mi mejor momento. Bajar, bajar, bajar… hasta que empecé a reducir y en unos minutos ¡¡apareció el compañero!!… maldijo un poco, pero le expliqué la situación y seguimos juntos. Me pasé de frenada y emoción y me fui por la pista, gritos… hay que bajar por el barranco y ascender a Puertomingalvo por el empedrado, a lo mejor otro día lo hago sobre la bici pero ese día decidí reservar fuerzas, veo a Fran apremiándonos en la subida. Aunque hemos llegado un poco mejor no hay que dormirse.

Allí, entre música de Los Chichos y bien surtidos por nuestros mochileros predilectos nos enteramos del abandono de Tinker Juárez al perderse en un tramo del recorrido, una pena, llevaba 7 u 8 minutos de ventaja. Una pena, esperemos que vuelva ya que tengo pendiente una foto con él, leyenda viviente del BTT desde sus primeros años.

La pasta con atún y aceitunas me supo a gloria, pero era el principio de mi infierno particular y ahora iba a saber porqué le llaman El Infierno del Este.

Parte V: Puertomingalvo - Cortes de Arenoso | Km 124

"¿No es cierto, ángel de amor, que en esta apartada orilla, más clara la luna brilla, y se respira mejor?"… "Tú lo que quieres es follar, ¿verdad?"-

La vertiginosa bajada quedó empeñecida por la brutal subida, un puerto largo, duro, de eses pronunciadas y cuyo final nunca atisbabas. El principio de verdad de la Gegant de Pedra, de ahí hasta Cortes de Arenoso nos esperaba un tramo muy complicado con el sol en su máximo apogeo.

El calor era terrible y cuando Rubén empezó a encontrarse mejor empecé yo a flaquear. Se me estaba atragantando la subida y atisbaba las primeras dudas, me puse nervioso y bebí más agua de lo que debía, avituallamiento a medio camino… uf, pero el llaneo y sube-baja no hicieron más que torturar un cuerpo machacado por la subida y mal alimentado.

Cortes de Arenoso culmina con una senda muy bonita, pero dura con tramos muy técnicos de la cual ciclé el 70% siendo generoso pero cuya última parte acabé sobre la bici, llegando un poco retrasado al control respecto al grupo que formamos durante la subida.


Allí estaban Óscar, Canós, el Kake, vilavelleros intrépidos que nos comunicaron que Rafa nos lleva una ventaja de una media hora -“poco me parece”- añadí. Bebimos, relajamos y seguimos… joder, que poco sabíamos a que nos íbamos a enfrentar.


Parte V: Cortes de Arenoso - Zucaina | Km. 148


Lo que vino a continuación no tuvo nombre, al menos para nosotros. Ni en la MIM esperaba encontrarme subidas tan escarpadas imposibles de remontar sobre una bicicleta. Compartimos con la organización algunas cosas, pero endurecer de tal manera esos tramos de porteo nos pareció excesivo. Dicho esto comentar que nos llevó horrores superar esta parte del recorrido, mi estómago no aceptaba comida y ya no tenía claro finalizar la carrera, montábamos durante tramos y descabalgábamos al entrar en zonas imposibles, me reuní por última vez com Rubén en el avituallamiento intermedio del km. 136, ya no me quedaban fuerzas.

La siguiente pista, aunque no muy dura, me derrotó por completo. Mis piernas se agarrotaban y mi mente me jugaba mil y unas pasadas, me bajaba de la bici, bebía, arrastraba y me montaba aunque con malas sensaciones. Así llegué a Zucaina, cuya trialera no pude hacer ni en sueños, allí estaban Lourdes y Jose animando… joder, ni los había reconocido de reventado que iba… quedaba cerca Ludiente, aunque ya no me hacía ilusiones.


Atras ha quedado el último avituallamiento en el kilómetro 61, Ana todavía no lo sabe pero estamos llegando, si paras bien el oido escuchas a la speaker… aunque mejor no hacerle demasiado caso, esta chica no tiene mucha gracia y en la salida no ha animado ni la mitad que el Depa el año pasado, pero claro, Depa está en la Transvulcania, donde también está Fran, es curioso, 5 meses entrenando juntos para tener el reto el mismo día, cuando llegue a meta y me duche enchufaré el móvil para ver como le va ya que lo suyo es más largo.

Ana ya no puede más, dolor de rodilla, pocas fuerzas, ansiedad… todo se junta pero nos queda lo mejor.

 Parte VI: Zucaina - Ludiente | km. 161 

This is the end, my only friend, the end… (The Doors)

Si tengo que imaginar un castigo soñaré con esos 15 km., las fuerzas ausentes, las esperanzas disipadas y mi mente barruntando que Cristóbal tenía razón: Incompatible. Me encontré en mi peregrinación con gente que iba mejor, con gente que iba peor y las bajadas técnicas se me atragantaban, las sendas no me divertían y ya nada de esto tenía sentido… un puente… Fran, Óscar, Belloka, Danny, Jaime… joder, están todos… y… ¿una pancarta? ¿Tú no llegas a Alcora y lo sabes… y si sí?… hostia. Me empujaron por turnos hasta hacerme llegar al control un minuto antes del cierre. Brutal, bebí mucha agua, sales, un gel, una coca-cola y vomité de forma brutal. 


Todo parecía haber terminado, rostros serios mientras yo estaba en el suelo. El chico de la ambulancia me ofreció ayuda pero la decliné, cogí aire mientras Ana me preguntaba si quería abandonar… ¿abandonar? ¡los cojones! tomé la decisión de morir con las calas puestas y según parecía, vomitar me había abierto el estómago un poco. Aunque fuera de noche tenía que llegar, monté sobre la bici afronté las primeras rampas del cementerio, no sobrado, pero bien… “joder Rubén, ya era hora de que vinieras a la puta carrera”, grité. El chico al que adelanté no entendería nada, dudo que se llamara Rubén, pero en esa cota de la carrera podías haber cantado ópera y sería considerado normal.


Parte VII: Ludiente - Figueroles | Km. 191 

Tú no llegas a Alcora, y lo sabes… ¿y si sí?

Lo que pasó entre Ludiente y Figueroles solo puede ser entendido desde la perspectiva de la más pura y dura épica caballeresca. Anochecía, dos rampas del 40%, daba 20 pasos porteando y paraba a tomar aire, daba 30 más y paraba y al final ya no me detuve.

Vi un cartel en una masía donde ponía “hay birra fresca”, lo juro, pero no me cegó el ansia, bebí agua en un avituallamiento y seguí pedaleando, adelanté a muchos, me adelantaron otros y ya en solitario enmedio la noche con mi foco de 300 lúmenes hice todo lo posible, pistas , sendas (la misma que tomabas en el primer punto de control) y llegúe al km. 181, avituallamiento rápido donde me dijo un chico de la organización - “si llegas a las 22:35 a Figueroles, te salvas”-.

Joder, no podía ir rápido con semejantes condiciones, tardé 14 minutos más tras perderme un poco a la salida del pueblo, ya que no se veían demasiado bien las marcas… “bueno, digo, ¿sigo o me cortáis?”… “¡¡Tira para adelante coño, que no te queda nada!!”… No os podéis imaginar la risa nerviosa que me entró, tras estar fuera, dentro, otra vez fuera, dentro y otra vez fuera me dijeron que podía terminar la carrera… brutal, seguí y… me perdí de nuevo…



La Speaker es tan graciosa como ponerse una cafetera hirviendo sobre una nalga, las dos últimas curvas antes de la meta de la MIM son una fiesta y cada vez se estrecha más el camino hasta la recta final con la alfombra roja, como en Hollywood pero en polvoriento. Yo ya lo he vivido así que me lo cojo con más calma, pero Creo que Ana no es consciente ni cuando la cojo de la mano para entrar en meta, hemos visto a su hermana que se ha emocionado un montón, Ana también, empiezan las dos a llorar como madalenas (normal) así que decido cortar un poco el rollo y dejar para después la emotividad, ahora hay que comer y beber hasta saciarse… agua, coca-cola, rechazamos la cerveza (por ahora) y a tomar una poco confortable ducha pero que sabe a gloria.
Hemos terminado la MIM en 10:17 minutos (descontando uno de la salida), prueba superada. Ana se ha portado como una campeona, ahora empieza su descanso y a saborear el triunfo. Por mi parte yo solo puedo saborearlo en parte ya que en mi mente sigue repitiéndose aquello de “INCOMPATIBLE” aunque me siento perfectamente bien…
Mientas Ana acaba de ducharse servidor se ha zampado un bocadillo gigantesco de atún con aceitunas que parece preparado por un chef de la guía michelin, hasta la cerveza Adlerbrau sabe como Guiness. La parte 1 está completa, estamos muy contentos, pero quedan 26 días, no puedo bajar la guardia así que voy a pedirme otra cerveza, y Ana, también. Mientras volvemos a casa Fran cruza la meta de la Transvulcania, hoy estamos que lo petamos todo.



26 días después, con un tiempo total de 17 horas y 50 minutos paso por el arco de la meta de Alcora. Mis compañeros ni se lo esperaban, a algunos los apuntaban en la llegada, y a mi no, pero tengo a una decena de fans irredentos histéricos de alegría y uno de los últimos trofeos del pedrusco para mi forever and ever… En esos últimos 9 km. tuve tiempo de perderme, volver atrás y encontrarme con dos corredores de Elche y Villarreal con los que pacto que si nos perdemos será juntos, y juntos llegamos a meta. Alcora está repleta de gente celebrando el fútbol que no tiene reparos en celebrar nuestra llegada,”¡¡Más vale tarde que nunca!!” grito en la última curva. 


Para quien vive la carrera desde fuera ha sido duro, allí están Ana, Isabel, Fran, Santi, Xavi, Lorena, Lourdes y Jose, exhaustos también y con cara de circunstancias al escuchar rumores que nos iban a evacuar en autobuses… sí, claro, y con chubasqueros y chalecos reflectantes colgando de los coj…. No sé cuanto reí y cuanto lloré cuando atravesé la meta, fue uno de los momentos más gloriosos de mi relativamente corta y puta vida, solo quedaba recoger cosas e irnos para casa, que eran las tantas con el que suscribe abrazado a una botella de agua y sin intención de comer nada excesivamente sólido hasta la mañana siguiente.

Rubén, el otro, mi compi, entró unos 50 minutos antes pero tuvo que marcharse como el padre de familia responsable que es, mientras que Rafa hizo un tiempazo, prueba superada para todos con sus respectivos dramas, ya tendremos tiempo de celebrarlo como se merece la ocasión.

Ahora, semana y pico después ya he empezado a recuperarme bien del esfuerzo, ya me subo sin problema a la bici y vuelvo a correr con asiduidad pero sin abusar, hay más retos pero primero el merecido bajón y descanso. Pero sobre todo empiezo a poner en valor lo que he hecho durante este último mes y como la mente triunfa sobre el cuerpo en los momentos difíciles, lección difícil de olvidar… y me las prometía felices… pero volveré, quiero terminar esta carrera de día y eso supone bajar de 15 horas.

Podría entrar en opiniones personales sobre el trazado y sobre la conveniencia de aumentar los tiempos de corte o no, pero esto es la Ultrabike Non-Stop más dura de España, El Infierno del Este, la Gegant de Pedra: 202 km. y más de 6.500 metros de desnivel
Era incompatible, pero no imposible.

The End

-



Epílogo: 

En primer lugar gracias a todos por leeros esta crónica que en realidad son dos, aun me quedo corto, pero hay que quedarse con lo más importante.

He culminado un sueño que no viene de hace poco, sino que empezó hace 4 años por casualidad cuando estaba comprando material en una tienda y me enseñaron un cartel de una carrera BTT de… 175 km… ¿en junio?… estaban locos. Era la primera Gegant, y he completado su edición más dura.

Consejos se pueden dar muchos, pero yo solo puedo daros uno: entrenad, entrenad como perros y perras. Y si podéis recurrir a un profesional que os guíe para un reto de estas características, mejor, lo que he podido aprender en 5 meses sobre nutrición y entrenamientos ha acabado con muchos tópicos, creedme.

Es una prueba muy dura, aun con los aciertos o errores que pueda cometer la organización, es durísima y un gran trabajo de logística llevarla a cabo, enhorabuena por la parte que les toca.

Gracias a Cristobal NFORMA y a Sento por su buen trabajo y sus consejos, sin ellos no habría podido conseguir esto, gracias también a Fran, con quien he compartido los entrenes durante estos meses por los polígonos de Almazora.

Gracias también a los vilavelleros que se volcaron en venir a hacer tramos de la Gegant, a mi primo Manolo que fue cortado en Puertomingalvo y con quien entrené el último tramo y a todos los que vinieron a ayudarnos en esta aventura.

Como no, gracias a los Deyokers, que más que una grupeta sois una familia, sin vosotros no paso de Ludiente.

Gracias como no a Ana, que ha soportado mis entrenes, ronquidos, dietas y bajones (y yo los suyos… hahahaha), y enhorabuena por haber acabado una Maratón y Media en tu primer intento.

A todos en general, por haberos preocupado por quien firma estas líneas durante ese interminable día, whatsapp mediante, presencialmente o mentalmente.

PS Tinker, come back please!!! I don’t have a pic with you!…

4 comentarios :

  1. Bravo Rubén!!! enorme!!! crack!!! no hay calificativo para tal gesta. Para quitarse el sombrero, el casco o lo que haga falta. Olé tus huevos!!! Grandísima crónica para leerla una y otra vez y para darte cuenta que en la vida, todo lo que uno se proponga y le eche ganas, coraje y esfuerzo se puede conseguir. Un abrazo! ya tengo ganas de vernos fenómeno!!

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  2. impresionante documento, atesora todo esto durante toda tu vida porque te lo has ganado, un abrazo

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  3. urben :) hem perdut 1 imatge en aquesta crònica, gràcies per revisar. salut

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  4. hemos perdido todas las imágenes de esta crónica, avisaré a Rubén

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